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Miguel FR

SOY SUFICIENTE

¿Por qué no conseguimos cambiar?

¿Por qué es tan difícil hacer aquello que sabemos que tenemos que hacer o aquello que deseamos hacer?

¿Por qué es tan difícil hacer cosas nuevas?

Y, ¿por qué es tan difícil conseguir nuestros objetivos?

Hay mil respuestas para toda esta serie de preguntas, pero si llegamos a la base del asunto, muchos de vosotros estaréis de acuerdo conmigo en que se reduce a no sentirse suficiente.

Lo increíble es que habrá gente que admita que no se siente suficiente y otras personas que lo nieguen. Verdaderamente hay personas que se piensas que si se creen suficiente, pero realmente no es así.

En este artículo veremos esta idea de sentirse suficiente y cómo puedes empezar a sentirte suficiente. Esto no solo aplica a personas que posiblemente tengan esa creencia de que no son suficientes. Esto también aplica a emprendedores que tienen esta sensación de no sentirse suficientes y necesitar la aprobación o la validación del resto de personas a través de sus logros para así sentirse suficiente. Este artículo puede leerlo cualquiera que esté interesado, y cualquiera que sienta que de una manera u otra no se sienten suficientes.

Si verdaderamente hay algo que no permite el avance de un individuo ni su desarrollo es la idea de no sentirse suficiente.

Al no sentirse suficiente, entrarán millones de miedos por tu cabeza que no te permitirán tomar acción.

Uno de mis mentores, Dan Peña, dice que jamás lograremos nada a no ser que nos queramos y nos sentamos suficientes. La verdad que así es.

Por eso, en vez de fijarte en hacer miles y miles de técnicas o leerte dos millones de libros, empieza por practicar el sentirte suficiente. Es eso, práctica. Práctica, práctica y práctica. Al principio, como en todo, dudarás de ti, te resultará difícil y posiblemente abandones. Muy poca gente sabe que si continuas practicando, esa incomodidad pasará a convertirse en un hábito. Y, ¿adivina qué pasa? Que habrás empezado a sentirte suficiente.

¿Por qué no me siento suficiente?

Lo primero que debes saber, es que todos venimos al mundo siendo suficientes. Siempre hemos sido suficiente y siempre lo seremos.

Cuando éramos unos bebés, no teníamos uso de razón. ¿Te crees que cuando éramos bebés nos importaba cómo íbamos vestidos? ¿Crees que cuándo éramos bebés nos importaba lo que pensasen los demás bebés de nosotros? ¿O los demás padres?

Por supuesto que no. Esa creencia de no sentirse suficientes se fue desarrollando a medida que íbamos creciendo. Hay muchas razones por las que has adoptado esa creencia, pero a continuación resaltaremos algunas:

Tus padres te han jodido:

A muchos de los que estén leyendo este artículo se pondrán a la defensiva con esto. ¿Mis padres me han jodido? ¿Qué c*** dices?

La respuesta más sincera es sí, muy posiblemente.

Verás, tus padres seguro que quieren lo mejor para ti, como lo han querido los míos y los de millones y millones de personas. El problema es que muchas de las cosas que crees ahora y muchas de las creencias que tienes, ni siquiera son tuyas.

Muchos de tus hábitos y tus costumbres tampoco son tuyos, pero sí de tus padres.

Verás, cuando naciste y fuiste creciendo, eras una esponja. Absorbías toda clase de ideas, comportamientos, hábitos, etc. Por eso, cuando ya llegas a la edad en la que puedes pensar con claridad, tú ya estás condicionado por todas esas ideas que se te han metido en la cabeza antes de que pudieses aceptarlas o rechazarlas.

No solo tus padres, pero también tus familiares más cercanos, tus profesores, tus amigos. Todos estos grupos te han condicionado de una manera o de otra. ¿No te das cuenta de que tus amigos son bastante parecidos a ti? ¿Por qué crees que es? Aha!

Lo primero que tienes que hacer si sientes que no eres suficiente es darte cuenta de que estás condicionado. La vida no te viene por arte de magia o por casualidad. La vida es acción-reacción. Por cada causa hay un efecto. La vida es así. Quítate la mentalidad de víctima. No merece la pena ser una víctima. Lo que merece la pena es ser el creador de tu vida. Asume responsabilidad por los resultados que tienes en tu vida y no culpes a los demás ni a las cosas por tu situación. Tú eres el creador de tu situación.

Por eso, date cuenta de que estás condicionado. Muchas de las creencias que tienes de cómo debería ser esto o aquello ni siquiera son tus propias creencias. La creencia de que no eres suficiente, quizás ni siquiera sea tu propia creencia. ¿Me entiendes?

Cuestiona tus creencias. ¿Son tus propias creencias o las de otra persona? Lo increíble es que puedes elegir tus propias creencias. Con esto quiero decir que puedes creerte y sentirte suficiente, porque nadie te lo va a impedir. Ojo, lo van a intentar, pero, es tu vida, ¿no?

Esto nos lleva a la segunda razón de por qué no conseguimos sentirnos suficientes:

Esa creencia es de tu niñez:

Puede que muchos de vosotros no os sentáis suficientes. Puede que otros no se crean capaces de conseguir aquello que quieren. Puede que otros sientan la necesidad de demostrar lo que valen. Independientemente de las creencias limitantes que puedas tener, es importante entender que esas creencias vienen de la niñez.

Puede ser que tuvieses un hermano mayor que sacaba mejores notas que tú. Los profesores se reían diciendo que de qué planeta has salido tú, siendo tu hermano tan listo. Puede que hasta en casa tus padres te hiciesen sentir que eras peor que tu hermano. Este evento pudo causar en ti una sensación de que no eras suficiente. Por eso, puede que adoptaste esa creencia.

Ahora bien, esto ha sido solo un ejemplo. Hay millones y millones de casos en el mundo de razones por las que se desarrolla esta creencia de no sentirse suficientes. El caso es que estas creencias se desarrollaron en un punto de nuestra niñez.

Sé que ahora eres mayor que antes, posiblemente y esperemos que más maduro y más inteligente. Por eso, lo primero que tienes que hacer es darte cuenta de que esa creencia la formaste cuando eras más pequeño, cuando eras un niño o una niña.

Todos sabemos que los niños pequeños son eso, niños. Por tanto, son inmaduros, son muy egocéntricos, y uno de los peores miedos de un niño pequeño es ser rechazado.

Por eso, sea cuales sean los acontecimientos que te hicieron desarrollar la creencia de que no eres suficiente, tienes que saber que le diste un significado cuando eras pequeño. No tenías tanta experiencia como ahora. Probablemente ahora le darías un significado más maduro.

Te recomiendo que pienses en momentos en los que se pudo desarrollar esta creencia cuando eras pequeño o pequeña, y dale otro significado a esos acontecimientos. En vez de decir que no eres suficiente, piensa que eras un niño pequeño sin apenas mucho conocimiento.

Te pondré un ejemplo. Puede ser que de pequeño los niños se hayan reído de ti cuando pronunciaste una palabra mal. (Es un ejemplo). En ese momento, pensaste que se reían de ti porque eras tonto o porque no sabías leer o porque no eras suficiente. Ahora, cuando hagas el ejercicio de cambiar el significado, podrás darle otro significado a este evento.

Ahora podrás decir algo así como: Éramos niños pequeños, y los niños se ríen de esas cosas, eso no quiere decir que yo no sea suficiente. Probablemente si preguntas a esos niños que se rieron de ti, ni siquiera se acordarán de que pronunciaste la palabra mal, sin embargo, tú has ido arrastrando esa creencia contigo toda la vida.

Es importante que te des cuenta de que muchas de las creencias que tienes que te limitan las desarrollaste cuando eras un niño pequeño. No tenías mucha experiencia y el significado que le diste de pequeño a cualquier evento, no tiene que ser el significado que le des ahora.

¡Buenas Noticias!

Hay buenas noticias. Puedes cambiar esta creencia y puedes empezar a sentirte suficiente.

Lo primero que puedes hacer es volver a leerte los dos puntos anteriores, pues te será de gran ayuda darte cuenta de estas cosas para cambiar esta creencia. Una vez te des cuenta de que esa creencia no tiene ningún sentido, serás capaz de cambiarla.

¿Cómo? La verdad que hay muchas formas de cambiar esta creencia, pero te voy a decir una cosa que funciona a las mil maravillas:

Cambia las palabras:

¿Qué quiere decir esto?

Primero, muchas de estas creencias que formamos de no sentirnos suficientes se desarrollan por las palabras que empleamos.

Ahora te lo explico un poco mejor. El lenguaje ha sido capaz de crear naciones y hasta religiones. El lenguaje ha creado costumbres y celebraciones, modos de operan en el mundo y las leyes. El lenguaje es extremadamente importante.

Lo que dices tu mente hará. Si estás diciendo que hace un día horrible, ¿adivina qué pasa? Tu mente dirá: ¡Oh, vaya, hace un día horrible, voy a entrar en modo protector! Con lo cual, al usar la palabra “horrible”, empezarás a centrarte en lo horrible que puedas ver.

Otro ejemplo sería si dices constantemente: Soy gilipollas, soy imbécil y soy tonto cuando se te olvidan las llaves, eso es lo que escuchará tu cerebro: Gilipollas, tonto, imbécil, no eres suficiente, nadie se puede fiar de ti ni confiar en ti.

Por tanto, ten mucho cuidado con lo que te dices, con las palabras que usas. Ya sabes que tu mente te hace caso, aunque te digas cosas malas o buenas. Le es indiferente. Solo quiere protegerte; esa es la primera función de tu mente.

Empieza a decirte que te quieres, que vales la pena, que eres increíble. Lávate los dientes y mírate al espejo diciendo que te adoras, que te amas.

OJO, no es arrogancia y solo las personas con poca autoestima dirán que es arrogancia. Simplemente, te quieres, te amas, te respetas, te tratas increíble.

Si practicas a cambiar las palabras que te dices verás cambios increíbles en tu vida. Si hace un día malo, no digas que hace un día horrible. Di que te encanta la lluvia, la naturaleza y el olor a mojado. Porque tu mente te hará caso. Deja de hablarte mal, de faltarte al respeto.

La relación más larga que vas a tener en tu vida es contigo mismo, así que más vale que te quieras, que te respetes y te valores.

Como dije al principio, al principio te va a resultar raro decir cosas como que te quieres o te adoras, si nunca lo has hecho. Pero esto es normal, y tienes que saber que esto es normal. Si eres capaz de practicarlo continuamente, tu mente acabará creyéndose esto. Por tanto, tú también.

Usa mejores palabras. Si te preguntan que tal tu día no digas bien. Qué mierdas es eso. Di que tu día está siendo increíble, magnífico, fantástico, impresionante.

Si cambias tus palabras, cambiarás tus pensamientos. Si cambias tus pensamientos, cambiarás tus emociones, y si cambias tus emociones cambiarás tus acciones y tu comportamiento.

Empieza a quererte de verdad y a darte permiso para ser y hacer lo que más te apetezca. Eres suficiente, siempre lo has sido y siempre lo serás.

A vuestro éxito,

Miguel Franco.

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