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¿Por qué nos cuesta tanto decir que no?
¿Somos complacientes?
¿Somos inseguros?
Te voy a decir una cosa. Una de las principales razones por las que no logramos nuestros objetivos o nos rendimos rápido, es porque nos cuesta decir que no.
Y me preguntarás, ¿Decir que no a qué?
Muy sencillo; decir que no a planes que no te permitan lograr tus objetivos. Decir que no a estar todo el día viendo la tele, Netflix, etc. Decir que no a cosas que no queramos y decir que no a cosas, personas o planes que nos vayan a perjudicar.
También hay que aprender a decir que no a cualquier pensamiento negativo que tengamos y aprender a decir que no a ideas, valores o conocimientos que no nos vayan a beneficiar en nuestro camino hacia el éxito como hombres.
¿Por que decimos que sí todo el rato?
Hay dos razones principales por las que no podemos decir que no:
Somos complacientes→ Nos cuesta muchísimo decir que no porque tratamos de complacer a todo el mundo. Tenemos un serio problema y es que queremos gustar a todo el mundo. Cosa que no nos permite ser nosotros mismos. Es imposible complacer a todo el mundo así que no vamos a gastar nuestro tiempo tratando de complacer a los demás.
Somos inseguros→ Otra de las razones por las que decimos que sí todo el rato es por nuestra inseguridad. Tenemos miedo a lo que la gente pueda opinar de nosotros. Tenemos miedo de lo que la gente pueda decir de nosotros a nuestras espaldas. No poseemos la confianza suficiente para decir que no a cosas. Por ahora.
Es muy sencillo destruir estas dos razones. Solo podrás destruir estas razones si de verdad quieres y de verdad le echas un par de huevos.
Intenta ser menos complaciente. Trata bien a todo el mundo que te trate bien, pero no tomes decisiones pensando en que tienes que gustar a la otra persona. Tienes que tomar decisiones porque de verdad crees que esas decisiones te van a ayudar a ti. No a la otra persona. Primero debes complacerte a ti mismo para poder complacer a los demás.
Si de primeras tratamos de complacer a los demás cuando no estamos satisfechos con nosotros mismos, vamos a fracasar.
Es extremadamente importante complacernos a nosotros mismos primero. Tratarnos bien a nosotros mismos primero. Tomar decisiones que nos vayan a ayudar.
También tienes que tener MUY claro que es IMPOSIBLE gustar y a complacer a todo el mundo. Lo voy a repetir.
Es imposible gustar y complacer a todo el mundo.
Por tanto, si esto es imposible, vamos a ahorrarnos el tiempo y el esfuerzo de tratar de complacer a todos. Vamos a ser nosotros mismos y si a la gente no le gusta, no te preocupes. Habrá muchas otras personas a las que les gustes de verdad.
Con el tema de la inseguridad, esto es cuestión de tiempo.
Esto es cuestión de práctica. ¿Qué más dará lo que piensen los demás de nosotros?
Ya sabes que es imposible complacer a todo el mundo. Por tanto, lo único que tienes que hacer es saber también que es imposible que todo el mundo hable bien de nosotros.
Si sabemos que es imposible, ¿Por qué nos preocupa lo que pueda pensar la gente de nosotros?
Te digo una cosa, y es seria. NUNCA, NUNCA Y NUNCA en la vida vamos a lograr nuestros objetivos si nos ponemos un techo.
¿Cuál es este techo?
Este techo es la opinión de los demás. Si cada vez que una persona dice algo negativo sobre ti, te afecta, estás jodido. Esa opinión de esa persona insignificante no te permite lograr las metas que te propongas.
Así que hazte un favor a ti mismo, y empieza a ignorar los comentarios negativos de los demás, y quédate con los positivos.
Perfecto. Espero que te hayan quedado claras las razones que no te permiten decir que no más a menudo y espero que trabajes en ello para darle la vuelta.
Una vez dejes de querer complacer a todo el mundo, y una vez que dejes que las opiniones de los demás te afecten, vas a ver como te será más fácil decir que no.
Si te proponen un plan te preguntarás , ¿Este plan me va a ayudar a conseguir mis objetivos?
Si creemos realmente que nos va a ayudar a lograr nuestros objetivos, adelante.
Si por otro lado, pensamos que solo nos va a distraer de lograr nuestros sueños, NO VAYAS.
Es tan sencillo como decir que no más a menudo para poder concentrarnos realmente en lograr nuestros objetivos. Es imprescindible evitar cualquier distracción que nos vaya a tirar hacia abajo.
Tengo algo que decirte que espero que te haga levantarte y empezar a cumplir tus objetivos.
Todos queremos tener una vida llena de felicidad. Todos queremos tener esa gran casa. Todos queremos ese coche. Todos queremos comprarnos trajes o ropa cara constantemente. Todos queremos poder disfrutar de unas buenas vacaciones o de unas buenas comidas.
¿Te crees que todo esto nos llueve del cielo?
La respuesta es sencilla. No.
Hay que trabajar duro para poder conseguir todas estas cosas. Si se trabaja duro y de manera inteligente, lograremos nuestros objetivos. Siempre y cuando no nos rindamos.
Si por el contrario decimos que sí a todos los planes que nos propongan o tratamos de complacer a todo el mundo, nunca vamos a lograr nuestros objetivos porque estaremos constantemente distrayéndonos con tonterías.
Espero que este artículo te haga recapacitar y empieces a decir que no a más cosas.
A vuestro éxito,
Miguel Franco