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Miguel FR

Evita las emociones negativas con un simple hábito: La Decisión

Todos tomamos decisiones en nuestro día a día. De hecho, tomamos miles y miles de decisiones al día, desde la ropa que nos ponemos, al camino que tomamos para ir al trabajo o a la universidad, desde con quién comemos y con quién hablamos, hasta los pensamientos que nos pasan por la cabeza.

Estamos programados para pensar y para hacer cosas que derivan de nuestras decisiones. Si queremos aprobar el examen del lunes que viene tenemos que tomar una decisión de que lo vamos a aprobar, seguida de la decisión de estudiar. Por tanto, vemos como las decisiones influyen en las cosas que hacemos, las cosas que decimos y hasta las cosas que pensamos.

Como este artículo toca el tema de las emociones negativas relacionadas con el hábito de la decisión, trataré de ceñirme a la cuestión de la pregunta y no irme por las ramas al responderla.

Si estás aquí es porque experimentas emociones negativas y te gustaría llegar a controlarlas un poco más, para evitar que estas te controlen a ti de manera permanente y que influyan en gran medida en los resultados que obtienes. Por tanto, te recomiendo que sigas leyendo para descubrir como con el simple hábito positivo de las decisiones, podremos dominar las emociones negativas o los impulsos negativos que sentimos.

Las decisiones y las emociones negativas:

El ser humano está diseñado para sentir mediante las emociones. Si estás leyendo esto, sabrás de sobra a lo que me estoy refiriendo. Sabes que las emociones que sentimos pueden ser positivas o negativas, y que cuando son negativas, llegan los miedos, las dudas, las inseguridades y los malos hábitos.

Si estás leyendo esto también sabrás que en el momento en el que sentimos una emoción negativa, de alguna manera u otra, nos engancha y volvemos a sentir otra emoción negativa al día siguiente, y así sucesivamente.

También sabes que cuando te metes a nadar en el mar de los pensamientos negativos, eres consciente de que lo estás haciendo pero sin embargo no parece que tus esfuerzos de dejar de lamentarte vayan a ninguna parte. Sigues en el mismo lugar oscuro y negativo y piensas que no vas a poder salir. Puede que lo que haga falta sea que tomes la decisión de que no quieres experimentar esas emociones negativas para no sentirlas o por lo menos, evitar que se apoderen de ti.

Cuando estás de manera negativa, sabes que estás así, pero porque has tomado la decisión de que estás sufriendo y pasándolo mal, con lo cual vuelvo a repetir que has tomado tú la decisión de estar en ese estado en el que las emociones negativas se apoderan de ti.

¿Qué hago para evitar las emociones negativas?

Puedes hacer muchas cosas, pero como dije al principio del artículo, me voy a centrar en responder a la pregunta mediante el uso de la explicación del hábito de la decisión.

Si nuestra vida es de una manera, lo más sensato sería que tomásemos la decisión de transformarla de una manera que nos satisfaga.

Si estamos sacando malas notas lo más sensato sería tomar una decisión de que sacaremos mejores notas.

Verás, somos máquinas de ir a por objetivos, por tanto, sería sensato usarlo a nuestro favor. Al tomar una decisión, estaremos diciéndole a nuestra mente subconsciente que debemos reunir todos los recursos necesarios para llegar a alcanzar el objetivo que nos hemos marcado mediante la decisión que hemos tomado.

Si no tomamos la decisión de sustituir las emociones negativas o los hábitos negativos por emociones positivas o hábitos positivos, entonces seguiremos en el lado oscuro de la vida, experimentando experiencias negativas al adoptar una mentalidad negativa.

Estamos llenos de ideas pero tenemos que tomar decisiones que nos vayan a beneficiar.

Si nuestra vida va hacia un lugar peor, tendremos que tomar la decisión de que vaya hacia un lugar más positivo y de más abundancia.

Debemos tomar la decisión de que las emociones negativas no se interpondrán en nuestro camino hacia nuestros sueños y objetivos, y tendremos que tomar la decisión de querer avanzar pero siempre mejorando.

No podrás lamentarte y tendrás que tomar la decisión de no hacerlo.

Hazte un favor y toma la decisión con certeza de que las emociones negativas no se interpondrán entre tú y tu meta. Sé decisivo a la hora de perseguir tus objetivos y toma la decisión de que las emociones negativas no te despeinarán, simplemente estarán presentes cuando tú dejes que estén dentro de tu cabeza. Cuando esto pase, no lo pienses y con mucha decisión y certeza, toma la decisión de no permitir que las emociones negativas te afecten.

En futuros posts veremos más ejemplos de como el hábito de la decisión podrá cambiar cualquier parte de nuestra vida. Es un principio muy poderoso y todos los grandes líderes del mundo y de la historia poseían la gran cualidad de la decisión y de ser decisivos con sus decisiones. Sabían también que tenían que tomar decisiones rápido por si fallaban y tenían que “pivotar”.

Espero que tomes la decisión de hacerte fuerte frente a las dificultades y que aprendas a nadar con tus miedos e inseguridad y trates de mejorar tu vida y de crear un impacto muy superior al que estás teniendo ahora.

A vuestro éxito,

Miguel Franco

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